lunes, 16 de junio de 2014

Lazarillo de Tormes



Se trata de una novela anónima cuyas primeras ediciones que se conservan son de 1554.Lazarillo de Tormes marcó el inicio a un género completamente nuevo: La novela picaresca. Estas características se justifican gracias a las nuevas formas de pensamiento del Renacimiento donde tuvo lugar la difusión de ideas del humanismo que determinaron una nueva concepción del hombre y del mundo inspirándose en la Antigüedad Clásica (los humanistas admiraban las culturas griega y latina) y sus características dando lugar a un reconocimiento del ser humano que impulsó el antropocentrismo.
Su protagonista es  Lázaro de Tormes, representante de la clase baja y vagabunda de la época. Es un antihéroe, astuto, dependiente para poder subsistir, y un pícaro. Él iba de amo en amo para satisfacer su hambruna. Cada amo era una situación social diferente. Una vez pudo conseguir la felicidad, pudo tener una vida más estable. 
 Este libro narra de alguna manera la biografía de Lázaro de Tomes un joven que cuenta los episodios que han marcado su vida. Este relato se forma de manera que Lázaro escribía sus vivencias para explicar las desdichas que había sufrido a lo largo de su vida a un señor en forma de carta, transmitiéndole a la vez que su mujer no le había sido infiel como le acusaban y que tan sólo quería vivir en paz y disfrutar del dinero que ahora disponía y por el que había padecido muchas dificultades. Esto tiene su explicación y es que en aquella época se castigaban a los hombres que consentían que su mujer le fuera infiel, he aquí el por qué de su carta.
Podemos observar en él los rasgos típicos de la época ya que se basa en un modelo realista en cual sitúa a los personajes en paisajes comunes de aquel entonces (cambio notable del Renacentismo puesto que en la Edad Media se escribía acerca de paisajes idílicos) y hace mucha referencia al hambre y penurias por llevarse algo a la boca, lo cual nos describe la situación de pobreza de aquella época. Por ello se alude a otra característica del humanismo, en la que las personas miraban antes por ellos que por su amo (no existía esa fidelidad extrema característica de la Edad Media), y tenían como tópico importante “Carpe Diem ( esto justifica por qué le robaba el pan del baúl a uno de sus amos). Otra peculiaridad es el valor esencial que desarrolló el dinero dado que la población disponía de muy poco y la fama que querían obtener donde sustituían la angustia por la vida eterna (esto se daba anteriormente en la Edad media). Esto lo podemos observar por ejemplo en su amo escudero que no dejaba su honra nunca de lado y proseguía con su prestigio a pesar de no tener donde caerse muerto.
La sociedad española de los siglos XVI y XVII era una sociedad estamental y jerárquica, en la que todos los ciudadanos no eran iguales ante la ley, que reconocía 2 clases o estamentos privilegiados: la Nobleza y el Clero. La mayoría de la población que no gozaba de estos privilegios formaba el Pueblo Llano.

























Lo que pasó a Lázaro con un buldero
A su quinto amo Lazarillo fue a topar con un buldero, hombre con mucha maña en la palabrería y pocos sentimientos por aquellas personas a las que engañaba. Con este señor estuvo unos cuatro meses.
En este capítulo podemos observar la gran inocencia que las personas de aquel entonces tenían puesto que se dejaban engañar con facilidad. Ejemplo de ello es la historia que narra Lázaro, donde cuenta que era capaz de inventar historias para vender bulas (documento sellado con plomo sobre asuntos políticos o religiosos ). También las capacidades que tenían que llegar a obtener la gente de aquella época para ganarse la vida entre ellas la astucia, el engaño, la desvergüenza y la soltura tan y como mostraba el buldero.
En el capítulo se relata una de las suyas en la que con ayuda del aguacil, que estaba aliado con él, hizo simular que con la presencia de Dios había realizado un milagro y que el aguacil era el pecador y que había padecido la suerte de ser perdonado por Dios. Gracias a esto la gente del pueblo compró bulas y bulas.
Esto demuestra la visión realista de la sociedad y falta de conocimiento y sensatez de la época puesto que todos querían obtener ese certificado donde le hacían creer que tendrían el cielo asegurado donde le esperaba Dios y escaparían así de las llamas del infierno.
Podemos observar como Lázaro es algo más astuto, sabe dónde se mete y con quien se mete y mantiene cuidado y esta alerta ante las cosas que le acontecen (cosa que le enseñó el ciego, su primer amo).
A mi parecer pienso que también intenta obtener la honra (como quería transmitirle el escudero) porque a pesar de ayudar a hacer trabajos sucios y a las condiciones adversas que le suceden, él aspiraba a más, a ser algo más en la vida, dado que abandona a sus amos hasta que finalmente de alguna manera consigue un trabajo digno del que otros no podrían estar tan orgulloso, pero él estaba tremendamente satisfecho, pregonero (esto ocurre en el último capítulo).









La lecherica
Despues desto, fuime a un lugar que llamaban Romeril, adonde me tope con una lecherica mosuela que se hacía llamar Dolores. La moza me dio un  trabajo cuyo jornal era por tasa, más a mi pesar me trataba muy bien. Si a dicha ella me hizo un sayo para no enfermar y sin esto ella recordarme todas las mañanas tarde.
Un día la lecherica púseme a remover la leche en un puchero y se fue al mercado a comprar una halda. Su bebé gordico lloraba sin hacer represa. El gordico tenía hambre y le di de beber la leche del puchero que en un credo acabó con su llantina y do dejó un poco de leche. Yo me asusté y quise rellenar mi puchero y a mi desgracia encontré un caldo blanco de almodrote con el que lo llené creyendo queste era leche de mi lecherica.
Al día siguiente mi lecherica se puso a vender en la plaza y dejó a mi merced a su gordico. En un credo vino la lecherica y comenzó a rifar y encenderse y con un talabarte a tendido paso me azotó dejándome rauñado todo mi cuerpo. Cabo della estaba el gordico llorando de todo en todo hambriento. Hasta que el día demediase no me fui de aquella casa y en una cabeza de lobo ensilé en mis bolsillos dos rodajas de pan y le di un beso al gordico cuando domía.